lunes, 25 de octubre de 2010


SIETE


Un jardín extraordinario
En este capitulo expli­có Julián »Para vivir una vida de máxima plenitud hay que montar guardia y dejar que entre en tu jardín sólo la información más selecta. No puedes permitirte el lujo de un pensamiento negati­vo, ni uno solo. Las personas más alegres, dinámicas y satisfe­chas de este mundo no difieren mucho de ti o de mí. Todos es­tamos hechos de carne y hueso. Todos venimos de la misma fuente universal. Sin embargo, los que hacen algo más que exis­tir, los que azuzan las llamas de su potencial humano y sabo­rean la danza mágica de la vida sí hacen cosas distintas de los que viven una vida corriente. Y la más destacada de ellas es que adoptan un paradigma positivo acerca de su mundo y cuanto hay en él.
Julián empezó a levantar los brazos con el entusiasmo de un pastor protestante arengando a su congregación.
que Julián no sólo era joven por fuera, por dentro era mucho más sabio. Aquello era algo más que una fascinante conversación con un viejo amigo. Me di cuenta de que hoy po­día ser mi momento decisivo, una clara oportunidad para em­pezar otra vez. Mi mente empezó a reflexionar sobre todo lo que estaba mal en mi vida. Por supuesto, tenía una gran familia y un trabajo estable como abogado bien considerado. Pero ha­bía momentos en que sabía que debía haber algo más. Tenía que llenar ese vacío que empezaba a inundar mi existencia.

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